viernes, 2 de septiembre de 2011

Guardería

Ayer fuimos a la reunión en la nueva guardería de Andreu. Yo estaba bastante asustada por el hecho de que fuera a estar fuera del "control familiar". Tanto nosotros, como tíos y abuelos hemos tenido que hacer un esfuerzo por pensar en todas las cosas que podían contener huevo y adaptarnos a ello y la sola idea de que de repente tenga que pasar de 8 a 9 horas al día con extraños, que no sabrán nada de alergias, me desasosegaba bastante.

Sin embargo salí contenta de la reunión. Cuando la tutora comentó como se organizarían los cumpleaños y que los padres podían traer una tarta (aghh! pánico!), también dijo que había que tener en cuenta que en la clase había un niño alérgico al huevo (ufff! alivio).

Después hablamos con la directora y nos dijo que ya habían tenido algún que otro niño alérgico  y  nos dejó tranquilos tanto por el tema del cátering como por la posibilidad de contacto accidental. Los niños no salen al patio con comida, así que es más difícil que un trozo de algo con huevo acabe en la boca de Andreu.

Un susto menos.

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